Para aprender a cocinar hay que leer, pero ante todo, cocinar; hacerlo hasta el punto en que debas reciclar lo que hiciste por 3ra vez por haberse quemado y no ser apto para consumo. Una cuarta implicaría toxicidad, y al menos que se trate de verduras azules podrías permitirtelo, entendiendo que solo existen las berengenasSigue leyendo «Cocinar.»
Archivo del autor: Nietoschka
Madurar.
Para madurar hay que tomar una porción de tierra de al menos 2 metros cuadrados y armar una huerta. También se puede realizar en jardín vertical, asignando seis macetas de 2 litros al espacio, que se colgarán a través de broches o ganchos mientras se canta un tema de los Guns. Si no cuenta conSigue leyendo «Madurar.»
Amigos
Mishi ha cumplido a rajatabla su parte del acuerdo disgregando ratones y moscas, a excepción de aquella vez que indultó a un roedor por complicidad en deglutir gusanos. Lo que nunca le perdonaré es su complicidad con las palomas, con quienes revolotea zumbón mientras se enreda en el cordel del jardín trasero. Ya le dijeSigue leyendo «Amigos»
Seguridad
El tiempo pasó y llegó el momento de marcharme. Besé a mi gato, aparté la copia de llaves sobre la mesa y cerré la puerta hasta llegar al ascensor. No quería despedirme, pero mi imagen y la voz de mi conciencia acariciaron mi reflejo: “va a estar bien“, me dije. No puedo llevarlo allí. YSigue leyendo «Seguridad»
Circense
Cuando culminó el giro le pregunté si conocía la historia de Mingo, el gato equilibrista.Es excepcional, replicó, pendiendo de sus bigotes.
La guerra
No es de rendirse pero el muro es demasiado alto para ser atravesado, el piso de cerámico esta frío y apenas logra sostenerse en pie. La recuerdo de pequeña, trepando la caja como una serpiente mientras asoma su oreja para saltar al vacío y puedo sentir sus bigotes brotando de la nada, incansables, dibujando unSigue leyendo «La guerra»
Almuerzo laboral
Es martes. Los martes no se hace mucho. Saldré a almorzar a la parrilla de la esquina. No sé porqué pero iré, posiblemente por la bondiola. O no. Camino y me siento en la mesa.Hay un olor horrible, una mezcla de frito con lavandina nauseabundo. Dejo la campera, me paro y pido el sanguche. LaSigue leyendo «Almuerzo laboral»
Cleo
Aquella tarde, al acercarse a la cocina, notó la corriente empujando los repasadores que colgaban de las manivelas de la cocina. No se detuvo, al menos hasta que Cleo abrió las cortinas dejando entrever una rama de jazmines que la hizo sonreír por un momento. Luego saltó hacia sus piernas escabulléndose entre el respaldo deSigue leyendo «Cleo»
La nana
Dice mi abuela que los gatos blancos de ojos azules deben su sordera a una pelea con Bastet, deidad felina pacífica que cuando se enfada torna en una leona violenta.Ayer me mostró los pasajes; viajará a la antigua Bubastis, hoy Zagazig, en el delta del Nilo para rendirle culto y rogar que Tobías, su gatoSigue leyendo «La nana»
La loca de los gatos
El barrio entero la proclama “la loca de los gatos”. Para mí, tía Mary o “Paty”en tono burlón. Todos los lunes por la noche, sin excepción, aparta el sofá en dirección al jardín de invierno y se dispone a tomar mate en compañía de sus felinos hasta que sale el sol. La ceremonia se veSigue leyendo «La loca de los gatos»